La presidente brasileña Dilma Rousseff se reunió hoy con los gobernadores de todos los estados de Brasil y los intendentes de las ciudades capitales, en cumplimiento del pacto que anunció el viernes por cadena nacional. Durante la reunión, la presidente Rousseff propuso recurrir a un plebiscito como solución a los problemas del país y en respuesta a la ola de protestas que sacude a todo Brasil hace una semana.
Las propuestas de Rousseff
Al comenzar la reunión, Rousseff aseguró que traía propuestas concretas y que buscaba llegar a soluciones específicas. El plebiscito que propuso la Presidente hoy lunes autorizaría el proceso de reforma política, que afectará cinco áreas o temas a debatir: el terreno fiscal, la educación, la corrupción, la salud y el transporte, que fue el desencadenante principal de las protestas luego de la suba del boleto de autobús.
En cuanto a las otros temas a debatir, Rousseff propuso asegurar la responsabilidad fiscal, reafirmar la lucha contra la corrupción mediante penas más estrictas, contratar médicos extranjeros cuando sean necesarios para atender a los ciudadanos más pobres, mejorar el transporte mediante grandes inversiones por parte del Estado y utilizar el total de regalías del petróleo para mejorar el sistema educativo. La Presidente se encargó de recalcar que, pese a los levantamientos de la última semana, Brasil ha atravesado un fuerte desarrollo económico y social durante los últimos años.
La respuesta en las calles
Rousseff también se reunió con los líderes del Movimiento Pase Libre (MPL), a quienes se les atribuye el inicio de los levantamientos en São Paulo. Los líderes aseguraron que, aunque estaban dispuestos a entablar conversaciones con el gobierno, seguirán protestando en las calles para defender sus derechos. Sin embargo, aunque muchos brasileños siguen protestando en las distintas ciudades alrededor del país, los levantamientos han ido disminuyendo progresivamente desde el jueves.
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